Bueno, el sábado pasado acabamos el primer campamento y ya hemos empezado el segundo. Y tengo varias sensaciones al respecto. La primera es que el tiempo pasa más rápido. Supongo que el hecho de que ahora ya tengamos todo preparado y no estemos improvisando tanto, ayuda. Otra es que parece que este grupo nos ha salido mejor que el anterior, que no por ello era malo. Supongo que el haberles dejado las cosas claritas desde el principio ayuda. Y por último la sensación de que tenemos casi el mismo tipo de niños, osea, que las personalidades se repiten.

Tenemos otra vez un niño hiperactivo, que además duerme en la misma cama que el anterior (sic). Hemos tenido una llorona parecida a la que tuvimos antes. Tenemos al guaperas creído y lidercillo del grupo de chicos. También se repite la niña chillona que no para quieta. Y el gafitas amable y estudioso...

Creo que al final del verano seré capaz de escribir un libro sobre las distintas personalidades infantiles.

Por cierto que estoy pensando en gastarme parte de mi sueldo en esta maravilla que ahora ya puedo usar en mi PC (también acepto obsequios ;-)). ¡¡¡Diossss!!!

Ayer fue la primera noche sin lloros desde que empezó este primer campamento. Parece que los más llorones se han dado cuenta de que no les vale de nada. Los padres de estos niños, al contrario que los de los que se han ido, lo están haciendo muy bien. Los niños tienen que aprender también a estar sin sus padres.

Después de una semana, ya me sé el nombre de casi todos los niños (y son 50!), y también puedo adivinar cómo son sus padres o cómo los tratan. Es muy interesante observar a los chavales de esta edad. Casi podrías adivinar cual va a ser su futuro... Lo cierto es que estoy aprendiendo un montón de los niños y creo que ellos también están aprendiendo de lo que intentamos enseñarles.

Ayer estuvimos de excursión y a la vuelta, no sé por qué, estaban muy excitados, nerviosos. Como vimos que no podríamos meterlos a la cama los tuvimos un rato corriendo en el patio. Hicimos un pequeño juego en inglés, el "Simon says". Con una regla adicional: el que hablara daba dos vueltas al campo de futbito. Logramos cansarlos, un poco, y además se lo pasaron en grande... Nunca sé cómo van a reaccionar.

Para quien no lo sepa este verano estoy trabajando en unos campamentos de inglés para niños en Burgos. Concretamente en Fuentes Blancas, un parque muy cercano a la ciudad. Así que este verano os contaré mis peripecias con los niños.

Ayer tuvimos una noche bastante complicada. Hubo una gran epidemia de "home sickness", usea mamitis. Tenemos unas tres niñas que de vez en cuando se lo pasan en grande y luego se ponen a llorar como descosidas pero ayer a esas tres se les unieron como cinco más. Así que en el hall que hay al lado del teléfono donde reciben las llamadas había un mar de lágrimas.

Para colmo, una de ellas, que había estado perfecta los últimos tres días también se puso a llorar al hablar con sus padres (que son siempre peores que los niños). Y los padres no tuvieron mejor idea que montar bronca contra la directora del campamento. Resultado, hoy han venido a buscarla. Conclusión, la niña se lo estaba pasando en grande pero al ver a las otras se puso a llorar por empatía y si a eso añadimos que le vienen a buscar, pues lógicamente la niña se va. Y eso que esta mañana ni se acordaba....

Un punto menos para los padres >:-/

Bueno, parece que al final sí puedo comunicarme con vosotros durante este verano. No creo que os vaya a hablar de nada relacionado con el periodismo o similar durante estos dos meses. Son meses de descanso y relax para vosotros. Creo que será más divertido si os cuento las visicitudes y las cosas graciosas que ocurran aquí.

De momento lo único destacable es que hay un montón de niños, de unos 12 años que saben un montón de inglés para su edad. Y lo otro es el montón de enfermos por mamitis que hemos tenido, es decir, muchos niños que echan de menos a mamá...

Pues nada, a ver si pasa algo divertido estos días...