Vida perra
Dogville. Ciudad de perros. Vida de perros. Habitada por perros. La diosa Nicole. Maestro Von Trier. Vibrantes actores. Escenario viudo. Historia trágica. Tres horas de arte. Fantástica película.
Sí, me gustó.
El hogar de los pensamientos
El sábado estuve 5 horas con Mario, bueno, y con Lola. Me reí, me emocioné, lloré. En definitiva, sentí... y ¡qué bonito es disfrutarlo!
Hay veces en las que uno no sabe qué decir ni cómo explicar las cosas. Son los momentos en los que te sientes impotente ante la avalancha de ideas que está a punto de ahogarte y cuando buscas la ayuda de una barca hecha de palabras bien escogidas para surcar el mar de incertidumbres en el que te encuentras. Es entonces cuando aparecen esas pequeñas islas en forma de oasis donde uno encuentra reposo a la ansiedad. Se llaman canciones, poesías, cuentos y novelas. Son la demostración de que las musas existen y están ahí para echarnos un verso cuando lo necesitamos.
Paseando por el jardín mil tres me he encotrado este calendario lleno de buenos deseos.
El Arquitecto a Neo justo antes de tomar la puerta de la izquierda:
Leo en El País, que el concierto de Fito y los Fitipaldis fue vibrante, que el público estuvo entregado y que hasta hubo invitados de excepción. Me alegro por los que pudieron asistir. Hubiera sido un buen colofón para una semana llena de buena música. Pero el bolsillo, y, cómo no, el hígado, no aguantan tantos excesos, ni siquiera musicales.