18.11.03

Bienaventuradas las musas!

Hay veces en las que uno no sabe qué decir ni cómo explicar las cosas. Son los momentos en los que te sientes impotente ante la avalancha de ideas que está a punto de ahogarte y cuando buscas la ayuda de una barca hecha de palabras bien escogidas para surcar el mar de incertidumbres en el que te encuentras. Es entonces cuando aparecen esas pequeñas islas en forma de oasis donde uno encuentra reposo a la ansiedad. Se llaman canciones, poesías, cuentos y novelas. Son la demostración de que las musas existen y están ahí para echarnos un verso cuando lo necesitamos.