El finde...
El sábado estuve 5 horas con Mario, bueno, y con Lola. Me reí, me emocioné, lloré. En definitiva, sentí... y ¡qué bonito es disfrutarlo!
El domingo, y a pesar de la lluvia, me deleité con Manet. Con sus luces, con su trazo, con esos retratos...
Así, el lunes, volveré a mis rutinas, con la mente en otros lares. Intuyendo olores especiados en la casbah y deseando decir “te dije que no la volvieras a tocar, Sam” en un café llamado Rick’s. Porque ya lo dice Trecet en sus diálogos: “Buscad la belleza, es la única batalla que merece la pena en este asqueroso mundo”.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home