Travesía por el desierto

Cuando fui scout (si, lo fui, nada de bromas) y antes de pasar a hacer lo que se denomina la ruta, tuvimos un periodo de reflexión llamado “travesía por el desierto”. Tras varios años en el grupo, dónde te “educan” en ciertos valores, es decisión tuya seguir la “ruta” marcada por el escultismo o abandonarla. Supongo que en ese momento (tenía 17 años) no eres muy consciente de lo que supone, pero de todas maneras fue un bonito momento de reflexión.

Ahora, diez años después, me encuentro otra vez en medio del desierto. Un desierto frío y nublado en el que poco a poco debo ir construyendo la “ruta” hacia un lugar más poblado y cálido. No es un camino fácil, mi vida nunca lo ha sido. Ahora estoy buscando las herramientas que debo meter en la mochila para no perderme y llegar a mi destino, todavía desconocido.

Acepto brújulas, mapas y la ayuda de quien quiera ser mi guía en esta travesía de silencios.